Real Academia de Nobles Artes de Antequera
En noviembre de 1789, Carlos IV sancionaba la creación de la Real Academia de Antequera.
Casi doscientos veinte años más tarde un grupo de antequeranos, encabezados por José Antonio Muñoz Rojas, ha reconstituido aquella institución con el afán de volver a convertir a su ciudad en lo que fue durante la Edad Moderna: el referente cultural de la Andalucía de su época.
Para ello se han rodeado de personas que han demostrado suficientemente su competencia intelectual, poniéndola aquí al servicio de intereses tan legítimos como son los que conciernen a la ilustración de las ramas científicas que conforman su tronco –a saber, Ciencias, Artes y Letras-, cada una de ellas dedicada a personalidades relevantes en la Historia de la ciudad: Plácido Fernández Viagas, primer presidente de la Junta de Andalucía, quien aglutina el carácter simbólico que Antequera ha desempeñado en la construcción autonómica; José María Fernández, el artista que supo conectar la pintura con las vanguardias de su tiempo y el propio José Antonio Muñoz Rojas, el exponente más destacado de la prosa y la poesía antequerana del siglo XX.
Aquella “Atenas andaluza” de la que hablara Rodríguez Marín, retorna ahora, al alba del tercer milenio, de la mano de la Academia, y ésta lo hace con argumentos propios de los tiempos que corren: adecuando sus fines a una realidad compleja y cambiante, transformando erudición en compromiso y engarzando su quehacer en las exigencias de una sociedad necesitada de referentes que le ofrezcan la oportunidad de ampliar sus conocimientos, enriquecer su formación o simplemente le planteen alternativas que le permitan encarar, mejor pertrechada, un futuro que cuando menos se antoja incierto.